Alcohol de quemar, de quemar odio,
POR YOUSRA MEKDAD, 4º ESO, IES FÉLIX DE AZARA.
Hace unos días, el 21 de febrero, visitó nuestro instituto, el IES Félix de Azara, Miguel Mena: locutor en Radio Zaragoza, periodista y escritor.
En concreto, el encuentro nos permitió analizar su última obra, Alcohol de quemar. Presentó la novela como un libro que no da respuestas, sino que formula preguntas.
Seguramente, todos los lectores de esta novela se han preguntado miles de cosas, porque cuatro muertes suponen una tragedia excesiva para cualquier ser humano.
Os contamos sucintamente el meollo del libro: Adrián es un joven que, a los ocho años, perdió a sus padres, a su hermana Raquel, que contaba trece años, y a su abuela, en un incendio provocado, intencionadamente, por un par de »chulos”, que, como nos confesó Miguel, jamás mostraron el más mínimo signo de arrepentimiento. Lo más grave es que ellos solo permanecieron en prisión un poco más de cuatro años.
Lo más crudo de esta historia es que está basada en hechos reales que ocurrieron hace veintiséis años en un pueblo de la comarca de Calatayud. Veintiséis años es mucho tiempo, sin embargo, el autor afirma que su recuerdo sigue muy vivo.
La obra, sólidamente documentada, profundiza en muchas emociones: amor, rechazo al pasado, el deseo de olvidar, y, sobre todo, la piedad. Es el valor que más destaca en la novela, porque la piedad nos hace seres verdaderamente humanos.
Para nuestra sorpresa, Miguel nos cuenta que había escrito cuatro finales distintos para la trama, y se decantó por el más liberador y absurdo. Y, de hecho, el escritor nos señaló que “escribir, muchas veces, es dudar”.
El momento más intenso de la charla fue cuando Miguel nos leyó correos que le enviaron, tras tener conocimiento de la publicación de su libro, personas directamente involucradas en estos hechos; entre ellos, el testimonio estremecedor de una amiga íntima de la hermana de Adrián, el único superviviente.
Finalmente, Mena nos firmó nuestros ejemplares regalándonos dulces y cariñosos mensajes a todos.
Definitivamente, Alcohol de quemar nos ha dejado con un sabor muy distinto en la boca.
A modo de recordatorio os dejamos unas frases del libro para que reflexionéis sobre ellas:
“Conocer no es malo, y recordar tampoco. Yo creo que nos hace más fuertes”.
“Alguien debería explicarme esta justicia injusta”.
“Cuando no hay piedad por las víctimas es como si las mataran dos veces”.
“Es muy difícil regatear a los fantasmas”.
“Las leyes no se hacen desde el corazón. Eso haría de la justicia algo ingobernable”.
“¿Cómo podía compadecerme de alguien a quien debería odiar?”.
“Después de la narración viene la interpretación”, así que ahora os toca a vosotros, lectores, comenzar a leer esta apasionante novela.