Finanzas básicas para escolares

El 420170404_104653 de abril l@s alumn@s de ECONOMÍA y 4º ESO Y 1º BACHILLERATO asistieron a las charlas de la Obra Social de Ibercaja, de la mano de expertos en la materia, y con el lenguaje adaptado. Los temas tratados fueron:

ECONOMÍA SOCIAL CORPORATIVA. Carmen Marcuello. Profesora de la Facultad de Económicas de la Universidad de Zaragoza.20170404_104701

 

 

 

20170404_122253EMPRENDEDORES EN PRIMERA PERSONA: Experiencia personal de Gabriel Pérez (CON MÁS FUTURO), emprendedor local del programa EMPLEA-T Y EMPRENDE de la Obra Social de Ibercaja.

 

 

 

Aplicaciones y recursos Educación Financiera Aula en Red Obra Social Ibercaja.20170404_113305

Finanzas Personales: David Lachén. Profesor colaborador del Programa de Educación Financiera de la Obra Social de Ibercaja.

Metodología: Práctica: se utilizarán juegos on-line, vídeos,…

 

 

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PILAR TABUENCA, nos dice

El día 4 de abril, los alumnos de cuarto de la ESO y primero de Bachillerato del IES Félix de Azara fuimos al Palacio de la Infanta.
A lo largo de la mañana pudimos ver tres charlas, cada una diferente. La primera, que se nos comento de una manera mas entretenida la forma perfecta de gestionar el dinero. La segunda donde se nos enseño diversas asociaciones, fundaciones, centros especiales de empleo, cooperativas…
A mitad mañana nos enseñaron un juego en el cual, de una manera mas fácil y entretenida podríamos aprender los conocimientos básicos de la economía donde con la participación de los institutos pudimos jugar un rato aquel día, y por último una charla impartida por un emprendedor contándonos su experiencia personal cuando creo «Con mas futuro».

 

ANDREA TIO, nos comenta…..

Una de las cosas que más valoro en las conferencias es la practicidad: que se deje de emplear tecnicismos y se aporte información clara, de interés y útil para nuestra vida. Y David Lachén, en su ponencia «Finanzas personales» supo ponerlo en práctica.

Lo más interesante de su charla fueron los ejemplos que proporcionó, que sirvieron para que nos diéramos cuenta de que realmente la economía está en todo, aunque no lo veamos; que no sólo las familias y empresas condicionamos, con nuestra actividad, la economía, sino que también nosotros estamos condicionados por ella, estableciendo una relación circular en la que nadie domina a nadie, sino que ambas partes se retroalimentan. Los ejemplos trataban de lo siguiente:
 
-Nos explicó cómo las empresas «juegan» con los clientes, partiendo de la certeza de que saben cómo van a actuar en todo momento, y lo escenificó con el caso de la suscripción a The Economist, para la que se daban tres opciones distintas y sólo dos precios (la primera por 55.000, y la segunda y tercera por 120.000 cada una, siendo la tercera más completa: así, se aseguraban de que nadie escogería la segunda opción, mientras el cliente consideraba que estaba ante una oferta irrechazable). Estadísticamente, se observó que, dando tres opciones, la mayoría de la gente se decantaba por la tercera, con la que las empresas ganaban más que ofreciendo tan sólo dos, ya que los clientes, al tener únicamente que contrastar 55.000 y 120.000, acababan eligiendo la primera. Y la empresa ganaba la mitad. Al final, las empresas juegan prácticamente siempre con ventaja, y casi nunca hacen nada si no cuentan con la seguridad de estar generando beneficios con ello.
 
-Más tarde nos habló del saber elegir, esto es, no crear en las trampas de la publicidad porque muchas veces no es lo mismo valor y precio, y hay cosas que cuestan mucho más de lo que valen. Por lo tanto, debíamos realizar una especie de análisis marginal, comparar rigurosamente antes de lanzarnos a comprar cualquier producto, aunque la marca nos «deslumbre», ya que puede darse el caso de que estemos pagando mucho más de lo que nos costaría un producto realmente similar o incluso idéntico, aunque este no goce de la misma publicidad.
Es el caso de la compra de un carísimo BMW, sirviéndose de una comparación de sus características frente a las de otros coches: Contrastaba la calidad, la seguridad, el diseño… y, en efecto, conforme más prestaciones poseía el vehículo «sustituto», más se encarecía. Se descartó primero un Dacia, luego un Volvo, por último un Audi… a medida que no cumplían con alguno de los requisitos necesarios. Al final del análisis, obtuvimos, sumando más y más costes que suponían la mayor calidad del BMW, que aún había algo por lo que estábamos pagando una considerable cantidad y que el coche inmediatamente inferior no cumplía. ¿Pero el qué, si el Audi A4 era un buen coche, contaba con una seguridad óptima y un diseño vanguardista? Finalmente, cuando vimos el spot publicitario del BMW, vimos que aquello en lo que nos estábamos gastando tantísimo, era en la estupidez de sacar el brazo por la ventanilla.