El retrato como género pictórico está ligado a una clase social que desde el renacimiento fue incrementando su poder económico y social, la burguesía. Pintores como Sorolla, Goya, entre otros, fueron maestros en este género y supieron ir más allá de la imagen física en sus trabajos. Por otra parte, los retratos nos hacen pensar en la propia imagen, en cómo la vemos, en cómo la ven los demás, en qué mostramos y qué ocultamos, en lo que significa reconocer y reconocerse en una imagen, en qué representa de mi “yo”, etc. Y en esa tarea estamos.
Ene 12 2024